sábado, 28 de mayo de 2011

LA ENFERMEDAD DEL CAPITALISMO

Nadie está libre de esta enfermedad, de este brote de epidemia que nos ha contagiado a todos y del que no existe remedio, ni vacuna posible. ¿ O quizás si? Quizás este sea el primer antídoto que se esté fraguando en la botica de nuestras calles y plazas y se consiga poner fin a tantas desgracias y muertes e incluso se pueda acabar definitivamente con esos gérmenes y patógenos que contaminan, destruyen y aniquilan nuestro mundo y nuestros sueños.

La verdad es que es pronto para saberlo, pero a pesar de los riesgos que puedan existir, no hay duda de que queremos ser una de esas cobayas experimentales, que vivan el proceso en primera persona y sientan en sus propias carnes como el líquido intravenoso de la revolución va entrando poco a poco por las venas recorriendo todas las partes del cuerpo, bombeando desde el corazón hacia la cabeza torrentes de ideas y de acciones que curen y disipen de una vez por todas los males de esta podrida enfermedad llamada capitalismo. Los efectos secundarios del cansancio, el frío, la insolación, el desgaste propios del uso de este milagroso y ansiado jarabe, que desde hace algunas semanas se ha empezado a elaborar entre la calles y las asambleas en dosis de a miles en las numerosas ciudades, serán un leve malestar de poca importancia si se consigue acabar con esta cruenta enfermedad que tantas vidas ha arruinado hasta el momento y que seguirá arruinando si no la detenemos.
Este es el momento de paliar la enfermedad. Ayúdanos a elaborar la vacuna definitiva y eliminar todos sus brotes y cepas.
Nosotros seremos el antídoto.

NOS VEMOS EN LA CALLE!!

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